miércoles, 15 de enero de 2014

Artículo 2: ¿Qué es la Astrología?

Juan Carlos Pons


Etimológicamente, la palabra astrología significa “estudio de los astros”. Sin embargo, debemos profundizar un poco más en el concepto. Podemos definir en realidad la astrología como un sistema de interpretación de símbolos cósmicos que nos permite, mediante el uso de las leyes universales, describir la dinámica existente entre el cosmos y la humanidad.

En la astrología, los planetas y los signos son vistos como arquetipos, principios universales que habitan como códigos esenciales del alma humana. El momento de nacimiento de un ser refleja aquel impulso que lo hace salir de la unidad con su madre e irse diferenciando y las energías en las que el universo vibra en ese preciso instante de espacio y tiempo representan su potencial de individualización, y decimos potencial porque el momento de nacimiento todavía no ha sido desarrollado.

La astrología es la ciencia que estudia el tiempo, pero no en forma cuantitativa, sino cualitativa: estudia la cualidad de cada instante del tiempo. Es conocido por el hombre que cada época parece tener no solamente la “medida cuantitativa” del paso de ese tiempo, sino también un espíritu y una cualidad. Como ejemplo, podemos observar la gran explosión de talento artístico y de creatividad surgido en la década de los 60’s, que iba más allá de los individuos y que tenía que ver con el “espíritu” la época. Y no solamente hablamos de la música, sino del desarrollo de una cultura popular, de la poesía, del arte, la ciencia, la política, etcétera. 

La astrología traza analogías, correspondencias entre distintos fenómenos que comparten un sentido, un significado, un símbolo común. Cuando el hombre alza su mirada hacia las estrellas y los planetas se le revelan como algo vivo, como algo que palpita y que está en constante movimiento. En cierta manera, la astrología tiene analogías con las matemáticas: las matemáticas no las inventa el hombre, las descubre, las observa en los cielos, están en la naturaleza y en el universo. Y entonces comienza a descubrir que hay una inteligencia que se expresa en el universo y que las leyes y principios que gobiernan el universo son los mismos que gobiernan el alma humana. El cosmos es un reflejo de la naturaleza humana.

La astrología es un instrumento muy preciso de autoconocimiento, porque a través del mapa astral se puede entrar en contacto con la esencia de la persona, su forma de actuar, su forma de comunicarse, la forma de expresar sus sentimientos, la forma como se autoafirma, como ama, como asume responsabilidades, que posición asume frente a los cambios, como entiende la espiritualidad, que cosas traemos ya aprendido de vidas pasadas, cuál es nuestro norte o proyecto de vida y en resumen, como fluyen sus energías en cada área de la vida.

La astrología moderna no es vista como leyes inalterables de destino, porque desde la misma se ve al hombre en una interacción dinámica con el universo, como un ser con conciencia y libre albedrío. Podemos ver nuestro mapa natal como un conjunto de herramientas y potencialidades de las cuales disponemos para el viaje de la vida, podemos verla como una definición de quienes somos. En este orden de ideas, la astrología no pretende negar el libre albedrío del ser humano.

Hoy en día, la mayoría de los astrólogos serios entiende la astrología como una herramienta más interpretativa que predictiva, a pesar que ésta puede ser utilizada, si se hace correctamente, para hacer pronósticos. Lamentablemente, dentro de este campo existe un sin número de charlatanes y sensacionalistas que hacen que la persona que no ha profundizado en ella tienda a desacreditarla. El lector debe tener claro, antes de verse tentado a rechazarla, si este fuera el caso del lector, que todo aquello que la mente humana no conoce, tiende a querer satanizarlo, para que nuestro yo no tenga que aceptar el hecho que no lo sabe todo. Esto es una consecuencia de las teorías del psiquiatra contemporáneo Carl Jung acerca de la sombra y al cual invitamos a leer con atención.

La astrología está fundamentada en dos pilares: uno, el científico, donde se utiliza principalmente la astronomía y las matemáticas, y el segundo pilar es filosófico y psicológico. Una vez que se aprenden sus fundamentos, el practicante notará como se “abre su intuición” y debe llegar momento que no le sea necesario interpretar con los formulismos aprendidos en la teoría, sino que comenzará a interpretar “oyendo a su intuición”. Intuición que se no es una cualidad mágica de algunos seres humanos, sino es una cuestión de vivenciar, experimentar y de permitirle a tu maestro interno que se exprese en armonía con el todo.

La astrología trabaja en diferentes niveles de conciencia, pudiendo hacer desde las interpretaciones más mundanas y concretas hasta las más sublimes y espirituales. Algunos de estos niveles de interpretación son medibles y comprobables, pero otros se escapan a la comprensión de la mente, muy limitada por los escasos sentidos que dispone para la comprensión de temas de alto calibre espiritual.