¿Porqué funciona la Astrología?

Artículo 3: ¿Porqué funciona la Astrología?

Por Juan Carlos Pons

En la antigüedad remota, se pensaba que la astrología funcionaba por efecto de rayos invisibles que los planetas hacían llegar a la tierra. Naturalmente, esta percepción del funcionamiento de la astrología es tan errada como la creencia de la antigüedad que la tierra era plana y que era el centro del universo.

El psiquiatra Carl Jung consideraba muy en serio a la astrología. Según su punto de vista, la astrología funciona debido a la ley de la sincronicidad, es decir, que las relaciones planetarias que ocurren en el cosmos no son responsables de la conducta humana, sino que simplemente son eventos que ocurren al mismo tiempo.

En la obra “El Kybalión” (Le Kybalion), documento del siglo XIX que resume la filosofía hermética, las siete leyes del hermetismo son: la ley del mentalismo, la ley de correspondencia, la ley de vibración, la ley de polaridad, ley del ritmo, ley de causa y efecto, ley de generación. En mi criterio, la astrología funciona no solamente por la ley de sincronicidad, sino también por la ley de correspondencia, la ley de vibración, la ley del ritmo y la ley de causa y efecto.

Desde un punto de vista más científico y menos esotérico, podemos citar el planteamiento del surafricano Percy Seymour, miembro de la Real Sociedad Astronómica, que en su libro “La Prueba Científica de la Astrología” plantea que el desarrollo del cerebro de un bebé humano puede verse influenciado por los campos magnéticos de la tierra, y éstos a su vez se ven afectados por los campos del Sol, de la Luna, y en otra medida otros planetas como Venus, Marte y Júpiter.

Albert Einstein demostró antes de la aparición de la teoría cuántica que el espacio y el tiempo no son entidades separadas. En su teoría del campo unificado sostiene que la esencia del universo no son las partículas, sino los campos. El hecho que en las observaciones influya la observación nos dice que la ciencia y el hombre no pueden ser completamente objetivos. El físico cuántico Eugene Wigner sostuvo que es la conciencia del observador la que define las condiciones de las partículas, estando éstas en estados potenciales hasta que esta se manifiesta con nuestra observación de un modo determinado. Todos coinciden en cuanto a que en el mundo cuántico todo está interconectado y no hay separación entre nosotros y el resto del universo, que formamos un sistema unitario, lo que nos devuelve nuevamente al esoterismo hermético.

Pienso que existen niveles de la astrología que no pueden explicarse por medios científicos observacionales, a pesar de las comprobaciones estadísticas que proporcionó Carl Jung, ya que estos métodos se refieren solamente al nivel material de la realidad. Hay niveles superiores en la astrología que trascienden el nivel material. Tiene que ver con el subconsciente, con lo simbólico, con lo arquetípico, con las emociones, con lo psicológico, con el alma, incluso con lo espiritual.